The last one ( y campanada).

 Cierto es, que hemos pasado por alto las últimas jornadas del seis naciones. Mea culpa. Sinceramente, se veía desde un principio (incluso hasta en el mundial se podía intuir) que este año Gales tenía todas las papeletas para hacerse con el torneo y con el Grand Slam ya de paso y eso, pues le quita miguilla al asunto. Se llegó a la quinta y última jornada con dos equipos con opciones para hacerse con el título, los Galeses y los (infames) Ingleses, estos últimos con opciones de título pero no de Grand Slam. Al final pasó lo que tenía que pasar y Gales derrotó a Francia por 16-9 en Cardiff y se aseguró así  llevárselo todo, título y Grand Slam. Enhorabuena a los seguidores del XV de las tres plumas. La selección Azzurra derrotó a Escocia en la última jornada por 13-6 en el Olímpico de Roma, evitando así la deshonrosa cuchara de madera y se la encasquetaron a una Escocia sin sal ni rabia.

  La gran decepción, encore une fois, la France que no encuentra un ritmo, un juego ni tan siquiera un XV titular. El baile entre Yachvili, Parra, Trin-Duch, Beauxis y Mermoz entre el 9 y el 10 trajo de cabeza al entrenador y al resto del conjunto. Cinco jugadores para dos puestos en cinco partidos. Lejos queda aquel equipo del mundial de 2007 que eliminó a Nueva Zelanda con un juego "achampanado (no brut imperial, pero bastante bueno), si se me permite la afrenta. Quizás se está echando de menos a esos dos colosos medios que eran Jean Baptiste Élisalde y Frédéric Michalak, que pronto ocuparán un lugar en esta publicación. La única nota positiva en el equipo Bleu, la aparicion de Wesley Fofana, joven de origen D.O.M., que ha logrado marcar en todos los encuentros de este seis naciones. Por lo demás felicitar desde aquí al combinado nacional que volvió a imponerse ante Rumanía en el Central de la Complu por un ajustado 13-12. A ver si esto "va pa´rriba".